Gerard Piqué cometió el pasado domingo uno de los mayores errores de su carrera deportiva. El central se erigió en portavoz del F.C. Barcelona y del propio Neymar al publicar una imagen junto a su compañero a la que añadió la frase "se queda". Inmediatamente todo el mundo dio por hecho que la decisión del brasileño estaba más que tomada, pero su silencio posterior y la continuidad de los rumores que le relacionaban con el PSG demostraron que el asunto estaba aún muy lejos de encontrar solución.

El revuelo fue tan importante que el central se vio obligado a comparecer en rueda de prensa el martes desde los Estados Unidos. Y ahí es donde aclaró que todo había sido una iniciativa suya a raíz de una opinión personal. Ambos hablaron claramente e intercambiaron argumentos, de forma que Piqué sacó la conclusión de que había logrado convencer a su amigo para que no se marchara. O casi, porque su maniobra posterior tuvo una clara intención que, por supuesto, el central no se ha atrevido a reconocer.

Piqué buscó presionar y condicionar a Neymar

¿Qué buscaba realmente el canterano culé con su movimiento? Simple y llanamente, presionar a su compañero. Con esa confirmación escueta de que se quedaba esperaba que Neymar se derrumbara y confirmara a su vez que era verdad. Piqué pensaba que su compañero no iba a dejarle en ridículo después de lo que hablaron, por lo que tomó esta decisión a título personal. Pero no contaba con que el órdago del brasileño fuera tan brutal.

Así, dos días después Piqué tuvo que aclarar lo ocurrido y lo hizo con un tono bajo y de preocupación. Su cara era de pocos amigos. Sabía que el problema estaba lejos de resolverse y que Neymar podría acabar dejándole en ridículo. Porque si al final acaba fichando por el PSG serán muchos los que le recordarán toda la vida su tremenda metedura de pata en este asunto.

Piqué ejerce de presidente sin dejar de ser futbolista

No en vano, incluso ya algunos culés han criticado al zaguero por inmiscuirse tan claramente en un asunto de esta importancia. Muchos ya le veían como futuro presidente de la entidad, pero ahora su candidatura ha perdido varios puntos porque se ha querido hacer el listo y el tiro le puede acabar saliendo por la culata. Gerard se ha metido en las funciones de directivo sin dejar de ser jugador, y eso puede ser algo que le acabe persiguiendo el resto de su trayectoria en el mundo del deporte, sobre todo si Neymar le acaba dejando con el culo al aire...