Álvaro Morata es un futbolista que está sabiendo manejar su carrera de forma inteligente. Desde su primer día como jugador profesional ha tenido claro que para él la prioridad es jugar y tener minutos para poder explotar este potencial. Y esta idea es la que está guiando en todo momentos sus pasos, llevándole incluso en ocasiones a tomar decisiones realmente dolorosas a sabiendas de que en el fondo iban a acabar siendo lo mejor para su trayectoria.

Hace ahora casi tres años no dudó en abandonar en el Real Madrid porque con Carlo Ancelotti no estaba teniendo las oportunidades que él creía que necesitaba. Así que se marchó a la Juventus de Turín y el tiempo le acabó dando la razón, ya que vivió dos años magníficos en Italia que le permitieron consolidarse y ganarse su vuelta a la capital de España. Sin embargo, de vuelta en el club blanco las oportunidades están siendo de nuevo escasas, por lo que el delantero tendrá que tomar una decisión en junio sobre su futuro.

En estos momentos su mensaje público es de compromiso con el equipo. Álvaro mantiene firme su deseo de triunfar en el Real Madrid. Pero, al igual que en 2014, no va a anteponer este ni ninguna otra cosa al gran objetivo que está marcando su carrera. Él quiere jugar, ser titular y sentirse importante donde esté, por lo que su futuro a corto plazo siempre va a quedar supeditado a ello.

El dinero ahora mismo es secundario para el jugador

Por eso en los últimos días ha sido capaz de rechazar una mega-oferta de 35 millones de euros por temporada del fútbol chino. Según 'The Sun' un club de este país ha llamado a su puerta para llevárselo a la Superliga china, pero no ha servido de nada porque Morata está empeñado en hacer carrera en Europa. En el Real Madrid o en el equipo en el que estén dispuestos a darle las oportunidades que considera que merece.

Esto significa que a la hora de tomar una decisión en los próximos meses el dinero estará en un segundo plano para él. El delantero de Mirasierra maneja ya las ofertas del Chelsea, la Juventus e incluso el Atlético de Madrid, todo ello sin descartar todavía la posibilidad de continuar en el equipo blanco. Y su elección dependerá fundamentalmente del proyecto deportivo y humano que más le convenza, porque no contempla pasar otra temporada más tiempo en el banquillo que sobre el campo.