El afán de protagonismo de Gerard Piqué no tiene límites. El central es un tipo con una cierta incontinencia verbal y que además está como loco por convertirse algún día en el presidente de su club. Por eso el domingo decidió tomar las riendas de la crisis que había originado su amigo Neymar y publicó un mensaje en las redes sociales en el que se le veía junto al brasileño y al que le acompañaba el mensaje "se queda".

El movimiento del internacional español fue realmente arriesgado, sobre todo si se tiene en cuenta que nadie del propio Barcelona o del entorno del jugador había sido capaz de negar a este ese momento la salida de Neymar. De hecho, según la 'ESPN' el entorno del futbolista no entiende muy bien la razón por la que el canterano culé hizo esta publicación, porque ahora mismo las cosas estarían muy lejos de estar claras. Aunque más allá de la situación del delantero, este mensaje también ha dejado en muy mal lugar a los responsables del club.

Bartomeu y su directiva, incapaces de coger el 'toro' por los cuernos

Y es que este gesto evidencia que a la hora de la verdad está siendo el vestuario azulgrana el que realmente se está moviendo para retener al futbolista. La directiva azulgrana se ha limitado a asegurar estos días que es prácticamente imposible que el PSG fichara a su estrella por el 'Fair Play Financiero' de la UEFA, así como a señalar que ellos no le habían puesto en el mercado. Pero nada más, simples palabras vacías y una sensación clara de impotencia y de incapacidad para gestionar correctamente la crisis.

Mientras tanto los propios jugadores han intentado convencer a su compañero para que no se vaya y les deje tirados. Neymar ha recibido mucha presión en los últimos días, hasta tal punto que el 'capitán' Piqué (no lleva el brazalete, pero como si lo hiciera) le ha pedido que posara con él para este mensaje cara a la galaría. El cual, por cierto, es el primer pronunciamiento claro de alguien del club con el parabien del propio afectado.

El vestuario, cerca de atajar la 'crisis'

En resumen, lo que no ha conseguido Bartomeu ni su directiva tras sus reuniones con Neymar y con su padre en los últimos días, sí parece que lo está logrando Piqué junto a sus compañeros. Así que está más que claro que si el sudamericano acaba quedándose para respetar su contrato, el gran vencedor en esta historia será el vestuario; mientras que los dirigentes quedarán realmente retratados ante su inoperancia y su condición de comparsas.