En marzo pasado el Barcelona vivió uno de los momentos más brillantes de su historia reciente al apear al PSG de los octavos de final de la Champions tras remontar en el Camp Nou con un 6-1 el 4-0 de desventaja que llevaba del Parque de los Príncipes. Entonces los azulgranas demostraron su superioridad sobre el terreno de juego, si bien en este verano se está demostrando que en los despachos las cosas son muy distintas.

Tanto el PSG como el Barcelona están teniendo que convivir en este mercado de fichajes. El equipo catalán tiene como objetivo la incorporación de Marco Verratti, mientras que los franceses pretenden a Neymar. Pero en esta doble partida el club que tiene las mejores 'cartas' es el parisino. En el fondo todo se reduce al dinero y en este aspecto no hay color entre la capacidad adquisitiva de uno y de otro.

El PSG puede apuntarse un doble éxito con Verratti y Neymar

Por eso el PSG se ha permitido el lujo de darle con la puerta en las narices al Barça cuando este ha preguntado por su centrocampista. Los culés no se pueden ni acercar a los 100 millones que reclamaría Nasser Al-Khelaifi por el traspaso, por lo que están a expensas de que en París ablanden su postura. Algo complicado de que suceda si se tiene en cuenta que según 'L'Equipe' el equipo galo quiere dar un golpe en la mesa renovando a su estrella.

Y luego está el 'caso Neymar'. Los franceses pueden pasar de asegurarse la continuidad de su jugador franquicia a pesar del interés culé, a asestar una tremenda 'puñalada' al Barcelona con el fichaje de su segundo futbolista más mediático. Porque nadie discute que si esta operación se acaba realizando el PSG demostrará a todo el mundo que, hoy por hoy, está muy por encima de los azulgranas en lo económico y social.

Doble fracaso de consecuencias imprevisibles

Lo cierto es que el panorama que aparece por le horizonte resulta muy aterrador para los culés: de verse con Verratti y Neymar en su equipo a ver a los dos con la camiseta del equipo de París. Sería la constitución de un doble fracaso histórico para su club, un doble golpe de imprevisibles consecuencias y que, sin duda, generaría una importante crisis institucional en 'Can Barcelona'.