A día de hoy el Barça sigue teniendo pequeñas esperanzas de que finalmente pueda llevar a cabo el fichaje de Marco Verratti. En el equipo catalán creen que hasta el 31 de agosto habrá tiempo suficiente para que el PSG dé su brazo a torcer y el futbolista fuerce su traspaso. Sin embargo, los hechos se empeñan en llevarles la contraria y poco a poco van disminuyendo las probabilidades de que se pueda cumplir el sueño culé, ya que en los últimos días se ha producido un pequeño acercamiento entre los dirigentes del club galo y el centrocampista.

Di Campli estropeó todo

La decisión de Verratti de 'despedir' a su agente y amigo Donato Di Campli para unirse a Mino Raiola ha creado un nuevo tablero de juego. El antiguo representante del futbolista hizo mucho para forzar la salida del 'crack' al Barcelona. Tanto que incluso llegó a 'quemarse' y le ha costado el puesto. Así lo asegura la periodista Cristina Cubero en el diario 'Mundo Deportivo', ya que este último movimiento solo correspondería al deseo de Verratti de agradar al PSG tras toda la polémica que generó su agente.

Di Campli llegó a asegurar que Verratti era "prisionero del Emir de Catar". Y solo unas horas después apareció el jugador en los medios de comunicación oficiales del club para asegurar que era muy feliz en París y que no compartía las palabras de su representante. ¿La razón? El enfado de Tamim bin Hamad Al Zani, el Emir catarí, por lo que se había dicho sobre él. Su reacción fue airada e inmediata y sirvió para acabar de un plumazo con los rumores que relacionaban al centrocampista con el Barcelona.

Verratti, al pleno servicio del PSG

De hecho, Verratti acabó agachando la cabeza y entregó la 'cabeza' de Di Campli. Para tener tranquilidad y estabilidad en París debía prescindir de su representante, el mismo que le había faltado al respeto al Emir. Y dicho y hecho, desde esta semana ya trabaja con Mino Raiola e incluso en Francia aseguran que el PSG le está preparando un nuevo y suculento contrato.

En definitiva, todo esto provoca que el panorama no sea nada halagüeño para las aspiraciones culés de hacerse este mismo verano con Marco Verratti. La negativa a su venta se ha convertido en una cuestión de honor para uno de los hombres más poderosos del planeta. Y el jugador no tiene la fuerza y las ganas necesarias para plantar cara y forzar su salida. Más bien está dispuesto a hacer todo lo que le pida al PSG, tal y como demuestran sus últimas decisiones...