El Barça es uno de los clubes más poderosos del mundo. Sin embargo, serlo no asegura un buen desempeño del trabajo. Los culés manejan un presupuesto enorme que les permite tener acceso a algunos de los mejores futbolistas del mundo, pero pese a todo en los últimos años su directiva está demostrando una tremenda incapacidad para construir una defensa fiable.

El club lleva varios años arrastrando un problema evidente en su zaga. La salida de Carles Puyol hizo mucho daño en el Barcelona, ya que la institución aún no ha logrado encontrar el relevo ideal para su capitán a pesar de haber buscado tanto dentro como fuera. Hombres como Mathieu, Vermaelen, Bartra o Umtiti han pasado por el equipo en los últimos tres años, y de ellos tan solo el francés parece haber dado la talla sobre el campo.

Gran inversión... con muy pocos resultados

De hecho, el diario 'As' ha calculado en los últimos días el coste de la inversión culé en su zaga desde 2014 y la cifra se dispara hasta los 130 millones de euros. Desde los 30 'kilos' (como mínimo) del reciente fichaje Nelson Semedo, a los 19 'kilos' de Vermaelen, los 6 de Marlon o los 20 de Mathieu y los 18 de Aleix Vidal.

Todo para no terminar de encontrar a una línea de cuatro que sea fija en el equipo, ya que únicamente Piqué (y Umtiti en menor medida) han sido fijos en el equipo en el último año. Una situación que contrasta con lo que sucede en su eterno rival, el Real Madrid, donde la línea defensiva casi se puede recitar de 'carrerilla' desde hace un par de temporadas: Carvajal, Sergio Ramos, Varane y Marcelo.