Hace ya más de un mes desde que la prensa portuguesa sacudía la tranquilidad del madridismo al desvelar que Cristiano Ronaldo se estaba planteando su marcha del conjunto blanco. A partir de ahí surgieron un montón de especulaciones y el Real Madrid se movió para conocer de primera mano las sensaciones del portugués. Sin embargo, el futbolista en ningún momento se pronunció en público y se limitó a guardar silencio y dejar que fuera su entorno y la propia prensa la que manejara la situación mientras la selección portuguesa disputaba la Copa Confederaciones.

El 'crack' simplemente deslizó su malestar por el trato recibido por parte de la Hacienda española y reclamó algo más de apoyo por parte del club blanco. Por eso aplacó su enfado cuando el presidente merengue concedió varias entrevistas en las que defendió su inocencia y se mostró convencido de que todo se solucionaría de forma favorable. Poco a poco el 'calentón' se le fue pasando y las aguas volvieron a su cauce. De hecho, ni siquiera hizo falta que el club tuviera una reunión de urgencia con él a su vuelta de Rusia, tal y como estaba previsto inicialmente.

El enfado se fue rebajando con el paso de los días

En todo momento el Real Madrid ha dejado que Cristiano Ronaldo tuviera su espacio y su margen. No se echó las manos a la cabeza cuando las informaciones eran de lo más alarmistas, y supo gestionar con mano diestra esos días de crisis. Utilizó una estrategia conservadora y apoyó al futbolista en sus cuitas con el Fisco, pero sin llegar a abordar en ningún momento el conflicto cara a cara con el 'crack'.

Así, el luso se mostró mucho más relajado en sus primeros días de vacaciones. Tuvo un fugaz paso por Madrid, pero no tardó en iniciar sus vacaciones. En los últimos días se le ha visto en Ibiza, si bien el miércoles viajó a China para unos compromisos publicitarios. De esta forma, ha dedicado sus jornadas de descanso a la familia, ya que sus dos recién nacidos y el embarazo de su actual pareja, Georgina, han centrado casi por completo su atención.

Las aguas ya han vuelto a su cauce

No cabe duda de que el 'crack' vive un momento muy feliz en su vida personal, lo cual ha contribuido a aplacar su malestar. Así que a día de hoy ya no queda casi ni rastro del enfado que tuvo Cristiano el pasado mes de junio, por lo que el jugador y el club entienden que su vuelta de vacaciones deberá producirse de la forma más normal posible. El portugués se incorporará como uno más al equipo a principios de agosto (presumiblemente el día 3, una vez que el equipo vuelva de los Estados Unidos) y no habrá ninguna aclaración pública sobre lo ocurrido.

Lógicamente Cristiano hablará cara a cara con Florentino Pérez, Zidane y sus compañeros. Y simplemente se limitará a tranquilizarles y dejarles claro que su compromiso con el club está intacto. La intención de todo el mundo será pasar página respecto a lo ocurrido y restarle importancia. El día 8 la temporada merengue comenzará con la disputa de la Supercopa de Europa en Skopje y no habrá lugar para las distracciones. Ni si quiera para acordarse del mal trago vivido en junio con el portugués como protagonista.