Marcelo Bielsa es un hombre que 'arrasa' por donde pasa. El técnico no se suele andar con remilgos nada más llegar a un club y acostumbra a apartar a todos aquellos futbolistas con los que directamente no cuenta. Tras reunirse con ellos les comunica que prácticamente no tendrán opciones de jugar a sus órdenes si se quedan y les invita a estudiar todas las ofertas que le lleguen.

Así, el argentino ha hecho lo propio nada más aterrizar en Lille. Aunque lo sorprendente es que ha decidido apartar a casi media plantilla, ya que hasta once de sus futbolistas han visto cómo el técnico les dejaba fuera para fichar a otros tantos jugadores para reforzar al equipo.

Cambio radical en la plantilla

De hecho, el club galo ya se ha gastado 51 millones de euros en fichar a nuevos futbolistas, mientras que los hombres que no entran en los planes de Bielsa han sido enviados directamente a su filial para acelerar su salida. "Entramos por una puerta trasera al centro de entrenamiento. No tenemos acceso al aparcamiento ni a dorsal. Es una situación curiosa, pero tampoco es el fin del mundo. Bielsa vino a vernos, nos dio la mano y nos dijo que si teníamos cualquier problema podríamos hablarlo con él" ha señalado uno de los descartados, Palmieri.

Además, el jugador francés desveló que en su caso intentará pelear por un puesto, ya que no descarta poder convencer al entrenador de que puede aportarle cosas al equipo. "En mi caso fue extraño, porque me informaron como a los otros por mensaje. Pero tenemos contrato y el club deberá tomar una decisión sobre lo que hace con nosotros" agregó.

Estrellas entre los descartes

Junto a Palmieri también destaca el descarte del héroe de la Eurocopa de Portugal, el delantero Éder. Y también está Marvin Martin, una de las estrellas del Lille en los últimos años, ya que el futbolista es internacional con la selección francesa y pasa por ser el segundo jugador más caro de la historia del club (10 millones de euros). Así, ahora en el club esperan poder hacer caja con la mayoría de ellos para solucionar un evidente problema que ha creado en el vestuario Marcelo Bielsa.