Real Madrid y Barcelona tendrán el próximo verano un objetivo idéntico a la hora de reforzar su lateral zurdo. Los dos clubes se han fijado en el rojiblanco Theo Hernández, por lo que se avecinan movimientos muy interesantes en uno y otro con el objetivo de convencer al futbolista y al propio Atlético para que se decante por su propuesta.

El hispano-francés tiene una cláusula de rescisión muy apetecible que está valorada en 24 millones de euros. De hecho, el Real Madrid ya sabe que si quiere al futbolista tendrá que pagarla, pues el Atlético no está dispuesto a negociar con ellos por el futbolista. Una situación que, de rebote, coloca al Barcelona en una teórica mejor posición para acometer el fichaje, ya que en el equipo colchonero prefieren que el lateral acabe de azulgrana.

Pero como decimos esta supuesta ventaja culé es solo teórica y no se plasma sobre el papel en la práctica. La razón está en la indecisión de los azulgranas y en sus dudas para hacer semejante inversión en el futbolista. Hay que tener en cuenta que el conjunto catalán está con el 'agua al cuello' en lo económico tras las renovaciones de Luis Suárez y Neymar y la más que previsible de Messi e Iniesta, lo cual va a provocar que se anden con muchos miramientos a la hora de soltar el dinero.

El Madrid, mucho más generoso que el Barça

Tal es la situación que incluso en 'Mundo Deportivo' ya han reconocido que se podría repetir el caso de Asensio con Theo. A finales de 2014 el Barça tuvo a tiro al balear, pero no quiso pagar inmediatamente los pocos más de 3 millones que pedía el Mallorca por él. Así que el Real Madrid se acabó anticipando y simplemente puso el dinero sobre la mesa para hacerse con un jugador que hoy ya sabemos que va para 'crack'.

Y no acaban aquí los problemas para el Barcelona, ya que este mismo medio también apunta a que el Real Madrid y el Barcelona han presentado una oferta económica similar a Theo. Aunque con un gran matiz: mientras los blancos le aseguran las cantidades, el equipo culé las supedita a ciertos objetivos. Por eso la clave de la operación parece estar bastante clara, pues la balanza del futbolista se inclina más hacia el blanco por una cuestión de 'generosidad' económica.