A Zinedine Zidane le gustaría no tocar prácticamente la plantilla con la que ha ganado dos Champions League, una Liga, un Mundial de Clubes y una Supercopa de Europa. Si por él fuera mantendría 20 ó 21 nombres de los 24 que ha tenido en el último año a sus órdenes. Por eso le encantaría poder seguir contando con futbolistas algo descontentos como Álvaro Morata y James Rodríguez e incluso está intentando convencerles para que no se marchen y sigan trabajando con él otra temporada más.

El club tiene claro el precio de James

El diario 'Marca' informaba hace unos días de que el francés mantiene la esperanza de que el futbolista colombiano cambie de parecer y aborte su salida del Real Madrid. El futbolista lleva cerca de un mes analizando sus opciones fuera del Santiago Bernabéu, pues cuenta con propuestas de clubes como el Manchester United, el PSG o el Inter de Milán. Y mientras tanto el club espera acontecimientos, pero con la idea muy clara de que el '10' solo saldrá si alguien se presenta en Madrid con una oferta que supere los 75 millones e incluso 'toque' los 80 'kilos'.

Con estas condiciones la salida de James no será sencilla, pero tampoco será algo imposible. En el club entienden que el cafetero no esté contento y satisfecho y tienen claro que todo aquel jugador que no quiera estar en su plantilla podrá marcharse por un precio justo. Pero esto no va a evitar que Zidane juegue sus bazas e intente hacer cambiar la opinión del futbolista aunque la relación entre ambos es fría y distante desde hace tiempo.

James, casi sin esperanzas de triunfar con Zidane al mando

El técnico quiere hacer ver a su pupilo que con él solo importan el trabajo y los méritos en el día a día. En julio todos empezarán de nuevo de '0' y James si quiere podrá competir de tú a tú con sus compañeros para ganarse un puesto. 'Zizou' le considera un hombre importante y cree que tiene calidad suficiente para convencerle, pero también quiere que se lo demuestre. Aunque lo cierto es que el propio James Rodríguez no está muy por la labor.

El centrocampista sigue muy dolido por haberse quedado fuera de la convocatoria de la final de Cardiff. Considera que no es justo y que, como poco, merecía haber estado en el banquillo. Y por nada del mundo quiere pasarse otra temporada igual que la última. A sus casi 26 años considera que tiene que jugar y sabe que eso con Zidane y esta plantilla del Real Madrid lo va a tener muy complicado. Por eso las palabras del míster tienen muchas papeletas para caer en saco roto. Su decisión está más que tomada y ahora su único deseo es conseguir una oferta que agrade tanto al club blanco como a él para hacer la maleta y poder volver a ilusionarse...