El barcelonismo anda taquicárdico estas semanas. Tras fracasar una y otra vez en prácticamente todos los intentos de fichaje que han hecho este verano, en la Ciudad Condal han empezado a ver 'fantasmas' donde no los hay. Así, han llegado a tal extremo del absurdo que incluso la prensa local ha asegurado que las últimas complicaciones para incorporar a Paulinho podrían deberse a la influencia de Florentino Pérez.

La amistad de Florentino como excusa para justificar la inoperancia culé

Sí, no es una broma. 'Mundo Deportivo' apuntaba el martes que el "Barça también topa con el Real Madrid por Paulinho". Y no porque el club blanco quiera al brasileño, porque eso no habría quién se lo creyera. En realidad este medio lanza al aire la teoría de que como Florentino y el presidente del Guangzhou, Xu Jiayin, son amigos personales, pues el mandatario merengue habría pedido que dificultaran la salida del jugador al equipo catalán.

Además, se recuerda el acuerdo de cooperación que existe entre el Real Madrid y el conjunto chino, así como que en la Web de este equipo hay un enlace directo a la página merengue... Todos argumentos absurdos para intentar demostrar que el 'no' del Guangzhou a dejar marchar a su estrella se debe en parte a supuestas presiones de los blancos para que así sea.

Lo cierto es que hace falta ser retorcido y ridículo para llegar a estas conclusiones, porque olvidan que el madridismo está encantado del interés del Barcelona en Paulinho. Para muchos madridistas el brasileño sería un fichaje de medio pelo para su eterno rival, por lo que no tienen ningún miedo a que la operación se cierre. Más bien todo lo contrario, ya que serían capaces de aplaudir si finalmente el jugador se presentara en el Camp Nou.

Florentino 'pasa' de Paulinho

Y, desde luego, Florentino Pérez tiene muchas cosas más importantes que hacer que llamar a Xu Jiayin para decirle lo que tiene que hacer. Al presidente merengue le importa '0' que el Barça esté interesado en Paulinho. Simplemente lo respeta y deja que cada uno haga su trabajo. Por eso no le agrada leer tonterías como estas en la prensa barcelonista, aunque en el fondo está más que acostumbrado a esta 'madriditis' que desprenden los medios afines al eterno rival.