"No juego al fútbol por dinero, juego al fútbol porque amo esta profesión". Estas palabras las pronunció Dani Alves hace poco más de dos semanas al dejar la Juventus de Turín. Con ellas el brasileño intentó defenderse de las críticas que recibió por haber forzado su salida del conjunto transalpino. Pero lo cierto es que no ha tardado ni un mes en dejarse en evidencia con una decisión que ha generado nuevas ampollas, esta vez en Inglaterra.

A finales de junio el brasileño provocó su adiós al campeón italiano porque tenía una oferta del Manchester City de Guardiola que le atraía especialmente. Pero cuando todo hacía pensar que acabaría firmando por el equipo inglés el PSG se cruzó en su camino para mejorarle esta propuesta. Según 'Le Parisien', el conjunto galo le propuso percibir entre 12 y 14 millones de euros anuales por cada una de las dos campañas que jugará en la capital francesa.

Disculpas poco creíbles

Así, Alves acabó siendo presentado el miércoles en París y en la rueda de prensa no ocultó que estuvo en negociaciones con el Manchester City. "A menudo he dicho que la Premier League es un campeonato que me atrae mucho. Pero si Guardiola se sintió perjudicado, me disculpo con él" expresó el lateral internacional con Brasil.

Disculpas estas que el técnico catalán tardará en aceptar (si lo acaba haciendo). En Manchester ha sentado muy mal que Alves dejara plantado al club tras haberle dado el 'sí' a su Director Deportivo, Txiki Berigistain. Guardiola daba por hecha su llegada y por eso no siguió buscando en el mercado al lateral diestro que necesitaba para reforzar su plantilla. El técnico contaba con el que fue su pupilo en la Ciudad Condal y no esperaba semejante traición.

El City pagará cara la decisión de Alves

Sin embargo, el dinero al final sí ha sido la perdición de Alves y ha hecho que deteriore su amistad con el de Santpedor. No en vano, ahora tendrá que afrontar trabajo extra, porque sigue pendiente de reforzar la banda diestra y, para colmo, el club tendrá que invertir más dinero del inicialmente previsto porque el plan era que el brasileño llegara a 'coste 0'. Todo un contratiempo que Pep llevará durante años clavado como una espina.