Corren vientos de cambio en el A.C. Milan. Tras sumar cuatro años sin pisar la Champions League, los nuevos propietarios chinos del club más exitoso de Italia han decidido cortar por lo sano y realizar una inversión millonaria para que el equipo recupere parte del brillo que tenía antaño. Y entre sus decisiones no solo habrá altas y bajas para la primera plantilla, pues la intención de los responsables es que los cambios también se hagan notar en sus despachos.

El mercado de fichajes no se abrirá hasta dentro de tres semanas, pero el conjunto lombardo ya se ha asegurado la llegada del suizo Ricardo Rodríguez, del marfileño Franck Kessié y del argentino Mateo Mussacchio. Son tres nombres que suponen el principio de una profunda reestructuración del plantel que pretende sumar más de 100 millones de euros de inversión a los cerca de 70 que ya se han gastado en estos tres futbolistas. Y para ello suenan ya nombres como los de Keita Baldé y Lucas Biglia (Lazio), Andre Belotti (Torino), Krychowiak (PSG) o incluso de los madridistas Álvaro Morata y James Rodríguez.

Cambios también en el club

Y junto a este lavado de cara deportivo también se está produciendo otro institucional. El nuevo proyecto del club contará con más de una quincena de caras nuevas en los despachos, empezando por el nuevo Director Deportivo, Massimilliano Mirabelli, y siguiendo por el nuevo entrenador de su filial, la leyenda milanista Genaro Gattuso. Todo con el objetivo de romper con el pasado y cambiar la forma de trabajar para salir de una vez de la situación de conformismo y apatía en la que se había visto envuelto el club en el último lustro.

De todas formas, los nuevos gestores del Milan tienen claro que los éxitos seguramente no llegarán de forma inmediata, sino que serán una cuestión de tiempo y paciencia. Por eso pretenden mantener esta inversión económica a corto y medio plazo y prometen hacer grandes fichajes durante el trienio que se va a abrir ahora. Unas caras nuevas estas a las que también intentarán añadir la de Donnarumma, quien negocia en estos momentos su renovación (termina contrato en junio de 2018) y es visto por el club como un pilar fundamental para que su nuevo proyecto pueda tener éxito a medio y largo plazo.